Cencosud estudia ofensiva judicial contra Itaú y prepara plan para fortalecer a Banco Paris
La cartera de tarjetas de créditos de la compañía será traspasada a una sociedad de apoyo al giro del banco.
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A mediados de junio Cencosud e Itaú anunciaban un acuerdo que, para el mercado chileno, era histórico: mediante un joint venture, el retailer traspasaría el 51% de la propiedad de su negocio de tarjetas de crédito al banco, lo que por parte de los brasileños implicaría el desembolso de US$ 307 millones (por Chile y Argentina), y para la empresa liderada por Horst Paulmann significaba liberar US$ 1.580 millones, lo que le permitiría reducir su carga financiera.
Sin embargo, y a casi seis meses del anuncio, el acuerdo se cayó. Fuentes de la compañía confirman la situación, y adelantan que están evaluando iniciar acciones legales contra Itaú.
Las mismas fuentes explican que en gran medida el factor CorpBanca desencadenó los hechos. Aseguran que los ejecutivos de Itaú Brasil –con quienes se llevaban las conversaciones–, empezaron a dilatar las negociaciones cuando el grupo Saieh planteó su plan de recuperación de SMU, el cual en parte consistía en la venta de activos. Tras esos hechos, las conversaciones comenzaron a entramparse, y vino la postergación del due diligence por 90 días. Hace unas semanas, cuando se acercaba la nueva fecha de expiración del acuerdo, Itaú planteó a Cencosud la idea de volver a aplazar el cierre de los contratos, lo cual coincidió con las primeras versiones de prensa de que el banco brasileño era uno de los interesados en fusionarse con Corpbanca. Ese hecho fue el que definitivamente desencadenó que el retailer presidido por Paulmann decidiera poner fin a las negociaciones.
Fuentes conocedoras de la situación afirman que se perdió la confianza. Para Cencosud, lo que hizo Itaú reviste una especial gravedad por el hecho de que lo que se negociaba no era una simple venta sino una asociación.
El memorando de acuerdo vinculante (MoU), firmado el 17 de junio, establecía un plazo de 90 días para la firma definitiva de las partes. Una vez concretada, tanto Itaú como Cencosud iniciarían el proceso de tramitación de las aprobaciones en Chile, Argentina y Brasil. Las partes estimaban que el acuerdo podría materializarse el primer semestre de 2014.
Banco Paris
No sólo en el aspecto financiero afectará la caída del negocio con Itaú, sino que también desde el aspecto operativo. Y es que el actual escenario, implicará que el retailer traspasará la cartera de tarjetas de crédito a Banco Paris, idea que con anterioridad había sido desechada a favor del acuerdo con Itaú.
Y el impacto del traspaso no será menor. Ello significará que el banco deberá absorber las 2,5 millones de tarjetas emitidas por el retailer y una cartera que lo llevará a más que duplicar su tamaño actual. De este modo totalizará préstamos por unos
US$ 1.200 millones y quedará con una posición similar a la de Banco Consorcio y Banco Internacional.
Por ello, en Cencosud están a todo máquina trabajando un plan para potenciar el banco, con miras a la integración.
En abril, la compañía creó una sociedad de apoyo al giro bancario, firma que estaría a cargo de la administración y gestión de las tarjetas de créditos del retailer.
Nota crediticia
En tanto, a la compañía liderada por Horst Paulman se le podría abrir un nuevo frente en el escenario. El negocio con Itaú le habría facilitado liberar recursos que le permitieran bajar los niveles de apalancamiento, pero con la situación actual, indican fuentes de las clasificadoras de riesgo, se podría estudiar una revisión a su nota crediticia.
La compañía informó en su momento que la operación con Itaú reduciría el nivel de apalancamiento, que vio “estresado” su indicador Deuda Financiera Neta / EBITDA en diciembre de 2012, llegando a un nivel histórico de 4,6 veces. Pero con el acuerdo con Cencosud, el retailer apostaba a reducir el leverage a 2,7 veces en junio (pro forma para 2014), indicador por debajo del límite de 3,0x/3,5x impuesto por las agencias de crédito para mantener su investment grade internacional (BBB).
Con todo, ya a septiembre su indicador de Deuda Financiera Neta/EBITDA llegaba a 3,66 veces.
En su última clasificación, Fitch afirmó que el acuerdo con Itaú “es positivo para la calidad crediticia de la compañía” debido a la liberación de recursos, pero advirtió que una eventual imposibilidad de bajar sus niveles de deuda “podría dar lugar a una baja en la clasificación”.
Moody’s, por su parte, también clasificó como “positiva” la operación, y dijo que de concretarse su outlook podría pasar desde negativo a estable.